Por Eugenio Rodríguez
Cuando este 25 de diciembre la última película de Clint Eastwood, "American Sniper", llegue a unos pocos cines de Los Ángeles y Nueva York para calificar para el Oscar, con un estreno masivo programado para el 16 de enero, serán muchos los que descubrirán la historia de un hombre convencido de que su vida era mucho menos importante que su misión. Durante 4 temporadas en Irak, Chris Kyle se entregó en cuerpo y alma a defender a sus compañeros, vigilando con su rifle de alta potencia desde las terrazas, decidiendo en cuestión de segundos si apretar o no el gatillo consciente de que su puntería perfecta no perdonaba.
Convertido en una verdadera leyenda entre los Navy Seals, el cuerpo de elite de la marina norteamericana a la que pertenecía después de haber alcanzado el récord de ser el francotirador mas letal en la historia militar de Estados Unidos, con 160 muertes confirmadas sobre sus espaldas, Kyle se retiró para dedicarse de lleno a su familia, a la que virtualmente abandonó en los años más intensos de peculiar profesión. Increíblemente, encontró la muerte a los 38 años de la manera más inesperada: fue asesinado en un centro de tiro por un marine de 25 años, Eddie Ray Routh, a quien habían llevado con un amigo hasta allí para ayudarle a superar un agudo caso de trastorno de estrés post-traumático.
Contar su historia para la pantalla grande fue un sueño hecho realidad para Bradley Cooper, quien inicialmente iba a encarnar a Kyle cuando la película iba a ser dirigida por David O. Russell, el mismo que ya lo había guiado en las dos películas que le dejaron sendas nominaciones al Oscar, "Silver Lining Playbook" y "American Hustle". Pero cuando Russell se marchó del proyecto, Cooper no se dio por vencido, ya convertido en el productor del filme. Y cuando finalmente "American Sniper" volvió a ponerse en marcha con el legendario Clint Eastwood como director, Cooper logró finalmente hacer su sueño realidad. En el filme, en el que también participa Sienna Miller como la esposa de Chris, Bradley se transforma por completo, habiendo adquirido para el papel una musculatura imponente, que se traduce en la misma impactante presencia física que supo tener el francotirador en vida y que indiscutiblemente incrementará el apabullante sex appeal que tiene
Cooper entre las millones de fanáticas que lo siguen con devoción en el mundo entero.
Aquellos que no puedan esperar hasta mediados de enero para enterarse de quien era Kyle o quieran ir al cine bien preparados para analizar el trabajo de Cooper o Eastwood pueden recurrir a la fuente en la que se basó el guionista Jason Hall para llevar su vida a la pantalla: el propio libro que éste escribió con la ayuda de Jim DeFelice y Scott McEwen y que ha sido publicado por Harper Collins en español. Titulado "Francotirador: la autobiografía del francotirador más letal en la historia de Estados Unidos de América", el volumen de 403 páginas que llegó recientemente a las librerías relata en primera persona las experiencias de Chris desde su infancia en Texas hasta su retiro de la marina, hablandonos de su fascinación con las pistolas desde muy pequeño y su formación en la fe cristiana. En sus prímeros párrafos Kyle se define muy bien con unas pocas palabras: "si tuviera que ordenar mis prioridades, serían Dios, mi patria y mi familia", dice, y también explica: "Todo lo veo bastante en blanco y negro. No veo muchas zonas grises".
Su relato nos permite mirar desde dentro como es la vida de quienes deben lidiar constantemente con situaciones de intenso peligro en el frente de batalla, y es a la vez un retrato de la guerra contemporanea, particularmente del conflicto en Irak, una inusual perspectiva en primera persona de un conflicto sobre el que realmente no sabemos mucho, algo que evidentemente fascinó tanto a Eastwood como a Cooper, quienes vieron en el texto una oportunidad de mostrar en el cine algo que nunca antes se había visto en la pantalla.
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